Las hipotecas fijas, la tendencia de 2018

De todos es sabido que los bancos están prácticamente cerrados a financiar inmuebles al 100%, y como máximo están otorgando hipotecas por el 80% del valor del piso, por lo que los compradores tendrán que disponer de un capital ahorrado del 20% del valor del piso, que debería ser del 30% para poder hacer frente a los costes de gestión de la compra-venta de un inmueble.

Aquellos que finalmente cierren una venta, y por tanto contraten una hipoteca en 2018, verán un panorama favorable sobre todo en los primeros trimestres de 2018, ya que se espera que el Euribor siga siendo negativo al menos hasta final de año, y por lo que las hipotecas variable tendrán unos tipos de interés muy atractivos.

Sin embargo, aunque estas condiciones parecen favorecer la proliferación de hipotecas variables, la verdadera protagonista será su hermana la hipoteca de coste fijo, un producto financiero que los bancos intentan ahora colocar después del escarmiento de las hipotecas variables, cuyas amplias variaciones de precio hicieron subir la morosidad de los clientes bancarios a cifras nunca vistas.

Según el periódico ABC, en enero de 2017 el 36,8% de los contratos se han firmado a tipo fijo, frente al 10,2% del mismo período del año anterior.

Además, este año entra en vigor la nueva ley hipotecaria que incentivará este tipo de préstamo bancario a los particulares que quieren comprar una vivienda. Esta nueva ley, trata a grandes rasgos de:

  • Prohibir las ventas vinculadas de productos financieros a la hora de conceder una hipoteca.
  • Limitar las comisiones por cancelación anticipada.
  • Facilitar la reconversión de hipotecas de monedas extranjeras a hipotecas en euros.
  • Eliminar los incentivos a los empleados de banca para intentar colocar hipotecas.
  • Facilitar la conversión de hipotecas variables a fijas.
  • Crear una lista negra de cláusulas abusivas.
  • Endurecer la cláusula de vencimiento anticipado.
  • Establecer un límite al interés de demora.
  • Cambiar el régimen jurídico de los intermediarios financieros.

Con respecto al punto de facilitar la conversión de hipotecas variables a fijas, el portal Idealista dice: “Hay dos maneras de lograr el cambio: negociar con tu entidad o irte con otra. Esta última opción es la más cara y, por ello, la que va a vivir el principal cambio: la comisión de reembolso que puede cobrar un banco a modo de compensación será del 0,25% y solo se podrá cobrar durante los tres primeros años de vida de la hipoteca que se quiere cambiar. Además, los gastos de notaría y registro estarán bonificados en un 90%.”

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