Cuando se quiere vender un inmueble, debe presentarse de la mejor manera posible; ya sea como propietario o agente inmobiliario, se debe mantener una actitud segura, positiva, empática y genuina. Además de pensar en las necesidades y expectativas del cliente, pues de eso dependerá en gran medida que la venta sea exitosa.
Mostrar el inmueble requiere de preparación, aunque no existe un protocolo específico y cada cliente, oferta y situación son diferentes. Siempre debe buscarse generar un ambiente agradable, que deje una buena primera impresión y haga a los potenciales compradores decidirse por el inmueble. Para empezar, este debe estar listo e impecable para ser mostrado, de lo contrario puede ser perjudicial. Por ello, hay que reparar lo que esté en mal estado, limpiar y potenciar las bondades del inmueble, la cerámica, la iluminación o algún salón que más te guste.
Ten en cuenta los detalles: si es un espacio caluroso, lo recomendable es refrescarlo; abre las ventanas, deja la luz natural correr por las habitaciones. Si es posible, deja correr algún aroma agradable, no muy fuerte.
Si tienes presupuesto para hacer cambios, como por ejemplo, en el color de las paredes antes de vender, opta por colores claros que transmitan amplitud. También es importante eliminar la humedad, goteras o cosas deterioradas o que ya no funcionen, como una luz o puerta.
Lo ideal al mostrar el inmueble es que este esté desocupado, sin embargo, si hay otras personas presentes durante la visita del posible comprador, estos deben mantenerse al margen del recorrido, ya que puede ser abrumador e incómodo.
En Apialia Sant Cugat, sugerimos que el propietario no esté presente en la muestra de la propiedad. Lo ideal es que el asesor inmobiliario actue solo, sabrá cómo manejar la situación; pero si el dueño está presente, lo mejor es que no intervenga demasiado y sea paciente.
Piensa en los clientes. Como vendedor debes mostrarte accesible y cortés, responde todas las dudas que puedan tener, deja que ingresen primero al inmueble y se desplacen por él con naturalidad. Por eso, es importante estar preparado, conocer a detalle las medidas de cada habitación, materiales usados en la construcción, características relevantes y una que otra anécdota que agregue interés al recorrido, hazlo de forma sincera.