Uno de los indicadores que se pueden considerar para medir la reactivación del sector inmobiliario en los últimos años, es la cantidad de tasaciones que se están haciendo en la actualidad. El año pasado esta cifra alcanzó un alza del 19%, cifra convalidada por el Ministerio de Fomento. Aunque una tasación realizada por un profesional es un requisito que exigen los bancos a cualquier candidato a una hipoteca, existen otras formas de orientarnos para conocer el valor relativo de una propiedad inmobiliaria.
Este es el método más fiable para conocer cuánto vale nuestra propiedad en el mercado y también es indispensable para solicitar un préstamo hipotecario. El precio de una tasación ronda los 250 euros. El proceso se inicia cuando un especialista visita el piso y examina las condiciones de la infraestructura, el tamaño y otras características relacionadas al estado general del inmueble. Además compara el piso con otros inmuebles similares en venta, dichos pisos se llaman testigos. Los tasadores suelen emplear al menos 6 testigos para determinar el valor de una propiedad de forma más objetiva.
La tasación también tiene en cuenta las condiciones de la localidad y el mercado inmobiliario en la zona y emplea el precio medio del metro cuadrado como punto de referencia. Las tasaciones son válidas por un tiempo de 6 meses.
Valor catastral
Podemos aventurarnos a realizar una aproximación al valor de la vivienda partiendo del valor catastral. Se trata de una fórmula de mera aproximación pues no nos indica otros elementos importantes del inmueble, como la calidad de los materiales empleados, la disposición de la vivienda, el estado de los servicios en general o incluso las inclinaciones y oscilaciones de la relación oferta/demanda en el mercado. Por ende, el precio arrojado debe ser empleado como mero indicativo, y no será determinante del valor real del piso.
Valoración según viviendas similares
Una forma intuitiva de estipular el valor de una propiedad es comparándola con otras viviendas similares. Esto puede hacerse mediante los portales inmobiliarios o preguntando a los vecinos que hayan adquirido su propiedad recientemente.
Este método tiene el riesgo de desconocer algunos aspectos importantes, pues es difícil realizar una justa apreciación sin la asistencia de un profesional en la materia e ignorando la posible sobrevaloración o infravaloración de las viviendas usadas como referencia.
Evidentemente, la mejor opción es solicitar el servicio de un tasador profesional, si se quiere conocer el valor real de una inmueble.