Tener en resguardo cada objeto de tu casa y la estructura de la misma da una sensación de seguridad y bienestar que no se compara con nada. Por eso, además de invertir en la remodelación del baño, la cocina o las habitaciones, también es necesario que tomes en cuenta la posibilidad de asegurar tu vivienda. Los accidentes ocurren y aunque reduzcas los riesgos al mínimo, igual un plus como un seguro de vivienda nunca está de más. Te dejamos algunas razones para que consideres esta opción:
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En caso de robo. Tener una póliza de hogar te permitirá viajar con tranquilidad sin tener que preocuparte por dejar tu hogar solo durante largos períodos de tiempo.
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En caso de inundación, daños eléctricos o roturas en cerámicas y cristales, la empresa aseguradora te apoyará en la reparación de todos los daños.
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Si ocurre una fuga de gas, no solo tu vivienda puede verse afectada, también se corre el riesgo de afectar a terceros. En este caso, puedes contar con pólizas que cubren gastos propios y demás personas afectadas.
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En caso de incendio o una explosión inesperada, la mutua te indemnizará con un monto que te ayudará a costear la recuperación total o parcial de tu casa.
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Por si no lo sabías, existen pólizas que incluyen la defensa jurídica de la vivienda en situaciones específicas.
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Si necesitas apoyo para realizar reparaciones inmediatas, como: fontanería, electricidad, cerrajería de la casa, etc., la mutua también te apoya en estos casos.
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Si contratas un seguro de hogar, además de proteger tu vivienda y los bienes ubicados en la misma, puedes cubrir los gastos adicionales que puedan producirse.
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Un buen seguro de hogar también te ofrece comodidad. Por ejemplo, poder contactar con un operario especialista en la mayoría de reparaciones que puedes necesitar. Así te evitarás la tarea de ocuparte en la búsqueda de alguien que pueda reparar los daños de tu vivienda.
