Las arras son una especie de garantía que se entrega para confirmar un contrato o como parte de indemnización para poder desistir de dicho acuerdo. Existen tres tipos y la firma de alguna dependerá del interés y la voluntad de las partes. Además, debe considerarse la repercusión que significa la entrega de arras, ya que los efectos son distintos si las partes acuerdan las confirmatorias, penitenciales o penales.
Arras confirmatorias
Son conocidas por probar y constatar la relación contractual. Se manifiestan a través de la entrega de cierta cantidad de dinero como anticipo o parte del precio total de la compraventa para asegurar y celebrar el contrato. En caso de que una de las partes decida incumplir con lo previamente establecido, la contraparte tiene derecho de exigir el cumplimiento del contrato o la indemnización por los daños y perjuicios generados.
En caso de que en el contrato no se especifique el tipo de arras pactado, automáticamente serán entendidas como arras confirmatorias.
Arras penitenciales
Son las que se definen dentro del contrato e indican la cantidad que perderá el comprador o deberá devolver el vendedor en caso de que no se realice la compraventa, en este caso la devolución debe ser el doble del monto establecido.
Arras penales
Es la cantidad de dinero que queda a favor del vendedor como garantía del cumplimiento del contrato de compraventa. En este caso las arras penales se pierden si el contrato es violado, pero al mismo tiempo no se permite el abandono de alguna de las partes. De manera que, si alguno deshace el contrato, la parte contraria tiene el derecho de quedarse con la cantidad de dinero previamente entregada y además puede exigir una indemnización por los daños y perjuicios que se deben justificar.
Recuerda que en el contrato de arras debe estar todo lo acordado entre el comprador y el vendedor. Además, debe contemplar: datos personales de ambos, descripción de la vivienda, precio acordado, tiempo máximo para formalizar la venta, repartos de los gastos de la compraventa y posibles cargas de la propiedad.
