Para vender una casa se necesita mucha dedicación, algo de conocimiento sobre el área inmobiliaria y, sobre todo, paciencia. Sigue estos consejos para que tu primera vez en este proceso sea agradable.
Establece un precio real. Si quieres vender rápidamente tu casa, no es recomendable sobrevalorarla. Debes ser consciente de su verdadero precio. Es bueno que estés dispuesto a aceptar diferentes tipos de negociaciones que puedan surgir durante el proceso. También, averigua el coste de otros inmuebles cercanos y así te harás una idea de las tendencias del mercado.
Repara los daños antes de mostrarla. Nadie se interesará por un inmueble en mal estado, con filtraciones, tuberías rotas, falta de pintura, problemas de agua o de luz. Si quieres que paguen por lo que pides, es primordial que repares los daños que le restan valor.
Establece horarios de visita. Para que las tareas de tu rutina no se vean afectadas, puedes establecer un horario para que las personas interesadas conozcan el inmueble con tranquilidad.
Ofrécela en portales de internet. Existen muchos sitios en internet que se dedican a publicar inmuebles en venta, puedes consultar con alguno de ellos para ofrecer el tuyo. Eso sí, asegúrate de que sea un portal serio, confiable y seguro. Recuerda que en el mundo inmobiliario el riesgo de estafa es grande.
Si tienes inquilinos, no la ofrezcas. Es mejor que pongas en venta tu casa cuando los inquilinos la hayan desalojado definitivamente. No hay nada más incómodo para un posible comprador que desee conocer el inmueble que no poder hacerlo por personas ajenas a ti. Además, lo ideal es mostrar un lugar que inspire tranquilidad, que esté limpio y listo para ser habitado.
La limpieza es vital. La primera impresión dice mucho de un espacio, por eso, cuando muestres la casa que deseas vender asegúrate de que todo esté limpio y que no haya ningún objeto que pueda entorpecer la visibilidad del inmueble. Pinta las paredes, haz una limpieza profunda y ten todo listo para recibir a los nuevos dueños.
