Tener la posibilidad de comprar un inmueble es una de las mayores alegrías para una persona, pareja o familia. Evaluar las opciones es el siguiente paso. Aunque muchos desean comprar una vivienda completamente nueva, los recursos no siempre son suficientes para hacerlo, de manera que las viviendas usadas o de segunda mano se convierten en la opción más viable y rentable.
Solicitar una hipoteca que permita cubrir el importe total de la propiedad es la opción de financiación más común en estos casos. La banca ha analizado la oportunidad de crecimiento que esto significa y están aprobando una mayor cantidad de créditos financieros. Sin embargo, el precio no es el único ítem a considerar al momento de comprar un inmueble. Anota estos consejos y evita cometer los errores comunes:
-
Analiza qué incluye el precio: si tiene áreas comunes, garaje u otro atractivo. El valor de piscinas, parques o plazas cerca de la vivienda, sin duda es un aspecto que aumenta su tasación.
-
Negocia el precio en función del estado de la vivienda. Revisa las paredes, tuberías, sistemas de cableado y el suelo antes de comprar para evitar sorpresas que luego te obliguen a cubrir gastos imprevistos.
-
Comprueba la superficie del inmueble; verifica cuántos metros tiene y cuáles son útiles. No es lo mismo un piso solo con habitaciones, que una casa con áreas verdes.
-
Verifica cuántos vecinos hay por piso y cuáles son las reglas de la comunidad. Conocer el reglamento interno te ayudará a evitar incomodidades y a conocer las responsabilidades que debes cumplir.
-
Pregunta qué tipo de calefacción tiene y si cuenta con sistema de aire acondicionado.
-
Recorre la zona en distintos momentos del día para conocer el perfil del vecindario, así podrás tener una visión global del comportamiento de los vecinos y minimizarás las sorpresas desagradables.
-
Comprueba si la vivienda está libre de cargas, si tiene hipoteca o si tiene embargos. No revisar te puede hacer responsable de un pago de deudas que no son tuyas.
En tus manos está minimizar la cantidad de errores comunes. En estos casos, contratar a un agente inmobiliario siempre es una opción recomendable para tener un guía u orientador en cada fase del proceso.
